Un caso siniestro
Lo recuerdo como si hubiera sido ayer…
Era un día soleado, bueno no muy
soleado, un poco soleado, bueno está bien, estaba lloviendo; así que era algo
gris estaba en casa. Toda mi familia estaba de viaje, decidí no acompañarles, porque
no me sentía muy bien, no quería dañarles el viaje; así que
decidí salir a comprar películas de amor.
Llegue a la tienda encontré allí a
mi mejor amigo, el me pregunto ¿Por qué no había viajado con mi familia? Le explique
que no me había sentido muy bien y de cierto modo me gustaba estar sola. Frente
a nosotros estaba un grupo de muchachos que no me quitaban la mirada, desde que
entre a la tienda. Al pagar las películas uno de los muchachos me toco una
nalga y no lo dude dos veces para propinarle una cachetada. Salí furiosa de la
tienda, tenía tanta ira que al cruzar la calle un carro casi me atropella; al voltearme
para insultar al conductor note que los
chicos de la tienda me seguían; al verlos me asuste y salí corriendo hacía mi
casa. Al llegar le puse seguro a todas
las puertas, fui hacia las ventana para ver si me habían seguido pero no vi
nada, ya era muy tarde prepare palomitas de maíz, subí al cuarto puse una de
las películas me quede dormida desperté por un ruido en la cocina, cogí un bate
de béisbol y bajé, al entrar sentí un fuerte golpe en la nuca me desmaye.
Desperté amarrada a mi cama y
asustada pues no sabía lo que pasaba, empecé a gritar pues vi a los putos muchachos alrededor de la
cama, uno de ellos me amordazo y me golpeo en la cara gritándome que me
callara, otro de ellos me rasgo la ropa y dijo: “Esto te gustara”; Solo lloraba
pues no podía hacer más. Eran como 5 y se turnaban para violarme, en ese
momento tocaron la puerta, uno de ellos se asomó a la venta escuche que dijo
que era el idiota que estaba con ella en la tienda; Brayan el líder del grupo
bajo, escuche un forcejeó luego un disparo y al subir vi que tenía sangre por
todo el cuerpo y asustado dijo: “amigos lo mate, lo mate” me puse como loca comencé
a moverme muy fuerte y pude soltarme, al hacerlo uno de los tipos me golpeo en la cabeza me desmaye.
Desde ese día soy otra persona. Diez
meses después se encontraron cuerpos desmembrados en diferentes lugares del
pueblo, todos tenían algo en particular y era que les faltaba su órgano reproductor
masculino y había uno en especial que
era totalmente desagradable verlo era tan desagradable que solo pudieron
identificarlo por sus dientes; le decían “El Brayan”.
Hoy se cumplen dos años desde
aquel día y aunque sigo encerrada, no me arrepiento de lo que hice.
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