Hola...

 Mi nombre es Adriana V. Castañeda, nací el 7 de noviembre del 2001  en Bucaramanga. Soy estudiante de Las Américas desde tercer grado y no me desagrada.  Mi personalidad es reservada ( o por lo menos eso me han dicho), y después de tomar confianza tendrás que aguantarme. Mis gustos son normalitos, excepto por la música (metal alternativo). Eso  es todo =3.

CUENTO.

 

HISTORIAL.

A pesar de que fue un poco lento, este suceso cambio mi vida drasticamente. Si me preguntan "¿ por qué?" yo no  sabría siquiera justificarme ante mi propia conciencia. Pero de algo estoy seguro... NO me arrepiento de nada.

Pienso que gran parte de las adicciones de las que sufre la gente, son muy comunes, sin embargo, yo soy la excepción. Mi vicio es la mantequilla... `¡SI! y aunque suene extraño. No se como ni cuando empezó pero ahora simplemente está ahí.

 

Hace dos meses me prohibieron comerla, ¡ pero como se les ocurrió tal tontería!. Así que empece a tomar medidas drásticas. Cada noche desde aquel día, me escabullía a media noche hasta la cocina y daba el golpe. Pero hoy todo fue distinto.

Bajé como de costumbre, pero al llegar a mi destino, un intruso se encontraba allí. Hablo de mi madre. Sabía desde hace tiempo que este momento llegaría. Ví como sus ojos se llenaban de angustia y rabia, entonces  para evitar todo la sarta de regaños, le propiné una bofetada. Mi intención no era llegar tan lejos, sin embargo el golpe fue tan fuerte que se golpeó contra la alacena. Fue el punto exacto, el choque le produjo una muerte instantánea y como era de esperarse, yo no podía dejar rastros.

Desmembré su cuerpo como se de cortar una manzana se tratara, limpié todo y procedí a meter los restos en el auto. Me dirigí al basurero de la ciudad y me deshice del encargo allí. Regresé a casa empaqué algunas cosas y salí nuevamente, pero esta vez, con el motivo de irme lo mas lejos posible.

Ahora me encuentro en medio del  tráfico de Edimburgo esperando a salir de aquí. ¡HEY!, pero espera un momento, se me olvidaba aclarar algo. Ahora que conoces mi pecado, no lo cuentes a los demás... pues debes tener  presente mi historial.